miércoles, 28 de marzo de 2012

Hipertensión y ejercicio físico: ¿beneficio o perjuicio?


Como ya señalé en la entrada donde se hablaba de las causas de la hipertensión arterial, las causas por las que ésta se desarrolla son múltiples influyendo factores genéticos, pero también del estilo de vida , que son precisamente los que podemos modificar http://nefrologiaparatodos.blogspot.com.es/2012/02/las-causas-de-la-hipertension-arterial.html.
Entre ellas se encuentra el sedentarismo, por lo que hoy hablaremos de los efectos positivos del ejercicio físico, aunque en ciertas ocasiones y mal realizado, pueda ser más perjudicial que beneficioso.



Efectos del ejercicio físico sobre la tensión arterial

Para analizarlo, y siguiendo las guías de la Sociedad Europea de Hipertensión distinguiremos dos grandes grupos:
- ejercicios aeróbicos, en los que se realizan movimientos repetitivos de baja resistencia durante un largo período de tiempo, como por ejemplo, correr, andar, nadar, montar en bicicleta.

- ejercicios anaeróbicos,donde se realizan movimientos de alta resistencia pero durante un corto período de tiempo. Un ejemplo es el levantamiento de pesas, o todos los ejercicios de musculación.
Pues bien, cuando empezamos a realizar un ejercicio el efecto inicial es una elevación de la tensión arterial, especialmente los valores de la  sistólica (máxima). Al incrementar la intensidad del ejercicio, la presión va aumentando progresivamente hasta alcanzar un nivel en que ya no aumenta más a pesar de incrementos en la dureza del ejercicio. Por tanto, en una persona hipertensa no controlada jamás comenzaremos a realizar ejercicio de intensidad muy elevada sin tener los valores en rangos aceptables. Es, por tanto una barbaridad en un hipertenso no controlado ponerse a correr la maratón de Nueva York o intentar subir en bici el Tourmalet.



En el caso de los ejercicios anaeróbicos, la tensión arterial se incrementa de manera importante, por lo que no se recomienda su realización en caso de no tener controlados sus valores. Por tanto, a una persona con valores de presión de 175/100 no le recomendaremos el levantamiento de pesas como ejercicio, ya que podemos desencadenar una crisis hipertensiva (importante elevación de tensión arterial).

Efectos beneficiosos del entrenamiento

Sin embargo, diversos estudios han encontrado que la realización de ejercicio físico aeróbico de manera regular y continuada produce beneficios en el descenso de la tensión arterial una vez que se ha acabado de realizar la actividad física  y que la elevación de tensión arterial que se produce durante el ejercicio se ve reducidaAdemás, los diferentes estudios han concluido que cuanto mayor es el entrenamiento físico de la persona, estos efectos son mayores. Dicho de otro modo, la clave para lograr reducciones en la tensión arterial es ejercicio físico de manera regular y de intensidad creciente según la tolerancia. De nada sirve correr un día 15 km si no volvemos a calzarnos las zapatillas hasta el mes siguiente (además de comportar riesgos por la subida de tensión que se produce durante la actividad física). Sin embargo, resultará mucho más beneficioso caminar todos los días 5-6 km e ir progresivamente incrementando la distancia recorrida http://www.eshonline.org/Publications/Newsletter.aspx



En cuanto al tipo de ejercicio aeróbico, los diferentes estudios parecen no ver mayor beneficio entre unos y otros, siendo lo más importante el entrenamiento y la capacidad física que se vaya adquiriendo. La media de descenso de presión arterial de los diferentes trabajos oscila en torno a 4-5 mmHg.



Para los ejercicios anaeróbicos, no está tan claro el beneficio en cuanto al descenso de la tensión arterial, si bien, si los valores de ésta se encuentran controlados, en principio no se contraindican.

Otros efectos beneficiosos del ejercicio

Si bien el descenso de presión arterial parece modesto, disminución 4-5 mmHg, (por ello, no debe sustituir nunca a la toma de medicación para bajar la tensión, aunque puede ayudar a su control), sus efectos beneficiosos son más amplios a otros niveles. Por un lado, al producirse habitualmente pérdida de peso con el ejercicio aeróbico (no tanto con el anaeróbico) ésto ayuda también a un mejor control de las cifras de tensión y en personas diabéticas a controlar los niveles de azúcar. Igualmente disminuye los valores de colesterol, al favorecer su paso al músculo, y ayuda a controlar el azúcar en pacientes diabéticos. Todo ello ha llevado a observar un descenso en el riesgo de mortalidad en las persona que realizan ejercicio aeróbico de forma regular, es decir, estamos añadiendo años de vida. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20697029
Efectos negativos del dopaje en el deporte

Las recomendaciones de la Sociedad de Hipertensión Europea del año 2011 ya establecen en una apartado los efectos negativos de la ingesta de sustancias dopantes y la realización de ejercicio de alta intensidad por el elevado riesgo de elevaciones muy importantes de la tensión arterial o infartos de miocardio. http://www.eshonline.org/Publications/Newsletter.asp.
Recordemos en este sentido la muerte del ciclista británico Tom Simpson en el Tour de Francia de 1967 cuando ascendía el Mount Ventoux tras haber ingerido anfetaminas.



Recomendaciones generales sobre ejercicio e hipertensión

Siguiendo a la American College of Sports Medicine se pueden establecer a modo de resumen las siguientes pautas generales:
- no realizar ejercicio físico hasta que los valores de tensión se encuentren aceptablemente controlados (inferior a 160/95), especialmente si es de gran intensidad.
- realizar actividad física de manera regular, preferentemente varios días a la semana
- la intensidad física será moderada, pudiendo incrementarse en función de la forma física que se vaya adquiriendo.
- la duración deberá ser como mínimo media hora diaria debiendo ir incrementándose progresivamente.
- se preferirán actividades aeróbicas, aunque se podrán efectuar ejercicios anaeróbicos de manera complementaria.
- evitar toda medicación que pueda subir la tensión (antiinflamatorios) y, por supuesto, toda sustancia dopante.

Y, sobre todo, lo más importante: ¡Disfruta haciendo ejercicio! .




domingo, 25 de marzo de 2012

el catéter de dialisis


En una entrada anterior ya comenté la necesidad de contar con un acceso vascular adecuado (mecanismo para extraer la sangre de cuerpo y poder limpiarla) como condición imprescindible para llevar a cabo el tratamiento de diálisis. Asímismo, ya señalé que para dicho proceso se lleva a cabo la realización de una fistula arteriovenosa
Pero, ¿qué sucede si ésta no puede crearse o su funcionamiento no es el idóneo? ¿Hay que abandonar en este caso la opción de dializar a la persona con insuficiencia renal crónica?Afortunadamente, en estos casos contamos con la opción de extraer la sangre del cuerpo y devolverla limpia a través de un catéter.

¿Qué es un catéter de diálisis?

Básicamente, es un dispositivo que se introduce en una gran vena del cuerpo, siendo las más frecuentes yugular (cuello), femoral (ingle) o más raramente subclavia (debajo de la clavícula) por donde se extrae sangre que pasa por el dializador y es devuelta purificada al organismo por el mismo catéter, es decir tiene 2 ramas, una por donde sale y otra por la que entra la sangre limpia.

¿Por qué es necesario colocar el catéter en una vena de gran calibre como femoral, yugular o subclavia y no se pueden utilizar venas periféricas como la de los brazos donde se realizan los análisis de sangre? Es debido al poco flujo de sangre que obtendríamos si empleásemos esas venas periféricas (aunque su punción sea mucho más fácil), con lo que además sería una diálisis ineficiente donde no se limpiaría bien la sangre, el sistema estaría continuamente coagulándose al circular la sangre a baja velocidad. Es por ello por lo que hay que utilizar siempre una vena accesible y de gran calibre como las que he señalado anteriormente. Para entenderlo mejor es como si los camiones de una gran fábrica saliesen por carretera local o por una gran autopista, si fuese por el primer ejemplo tendríamos siempre la vía colapsada, mientras que si lo hacen por una autopista siempre tendríamos un tráfico fluido.


Tipos de catéteres
En cuanto a su localización distinguiremos entre yugulares, subclavios y femorales en función de la vena en la que se introduzcan, como hemos visto en el apartado anterior. Sin embargo, también podemos encontrarnos con catéteres provisionales y permanentes en función del modo de colocación. Veamos en qué consisten estos dos tipos:
- el catéter provisional se coloca en situaciones de urgencia, por ejemplo la persona que acude a diálisis con la fístula trombosada (sin funcionar) y ésta no se puede arreglar en ese momento, con lo que hay que dializarla de urgencias. También se utiliza en situaciones en que haya que iniciar diálisis en una persona que no tenga realizada fístula (o ésta no sea utilizable por no estar madura) y no sea posible colocar un catéter permanente o se prevea que el catéter temporal va a ser necesario durante poco tiempo. En resumen, se trata siempre de situaciones de urgencia y siempre que no podamos emplear los otros accesos vasculares en ese momento (catéter permanente, fístula). Ello es debido a los problemas que pueden ocasionar los catéteres temporales (infección local, mal funcionamiento del mismo, sangrado al pinchar la vena...). Aunque en los últimos años con la utilización de la ecografía para localizar la vena al pincharla y un buen tratamiento antibiótico, se han reducido las complicaciones, el mal funcionamiento de estos catéteres sigue siendo muy frecuente por lo que nunca deben mantenerse más de un mes.


-el catéter permanente por el contrario va introducido por debajo de la piel (generalmente en vía yugular) hasta acceder a la vena por lo que el riesgo de infección es mucho menor. Además al ir más sujeto, no se mueve tanto y su funcionamiento es mucho mejor. Sin embargo, no suele colocarse de urgencias ya que requiere un pequeño quirófano y una sala de rayos para ello. Pueden durar años y su empleo se suele reservar para aquellos casos en que no pueda realizarse fístula o ésta haya dejado de funcionar y no pueda realizarse otra nueva. Es decir, siempre se preferirá una fístula a un catéter permanente, pero si no puede realizarse por las características de las venas de la persona, se puede dializar a través de un catéter.

Ventajas y desventajas del catéter sobre la fístula

¿Por qué preferimos una fístula a un catéter permanente?:
- la fístula proporciona flujos de sangre más elevados, con lo que dializa más, es decir la sangre se limpia mejor.
- la duración de la fístula suele ser mayor (habitualmente años)
- la tasa de infecciones suele ser menor en el caso de la fístula.
- los problemas de funcionamiento son mucho más frecuentes en el caso de los catéteres.
Por el contrario, en cuanto a las ventajas del catéter se encuentran:
- una utilización mucho más rápida, la fístula debe madurar como mínimo un mes antes de poder ser utilizada mientras que el catéter desde el mismo momento que se implanta está listo para su uso.
- la punción de la fístula puede doler (aunque puede minimizarse con cremas anestésicas, mientras que el caso del catéter se conectan directamente las líneas por donde circula la sangre hacia el dializador a la salida del catéter, con lo que no hay ningún tipo de punción. 
Cuidados del catéter

Como reglas generales tanto para catéteres temporales como para permanentes se pueden citar las siguientes:
- no manipular NUNCA el catéter, es decir, evitar tirones, roces... Deberá ir siempre bien protegido. Igualmente no deberá utilizarse el catéter para procedimientos hospitalarios, no podrá usarse para sacar analíticas, infundir sueros... su uso es exclusivamente para diálisis.
- intentar mantener una buena higiene, para evitar infecciones (sobre todo en el área femoral). Sin embargo, en la ducha, intentar no mojar directamente el catéter ni la zona de Inserción en la piel.
- en caso de catéteres femorales intentar no permanecer mucho tiempo con la pierna flexionada (sentados) por riesgo de trombosis.
- en caso de sangrado del catéter, comprimir con una gasa y si no cede la hemorragia acudir al hospital
- si se observa enrojecimiento, dolor, salida de líquido amarillo-verdoso por el catéter, fiebre... es probable que se encuentre infectado, por lo que habrá que comunicarlo de inmediato al personal sanitario que le atiende.
Para más información se puede consultar


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